martes, 2 de junio de 2009

Siempre arriba!!! eh!!!

Inténtalo cuantas veces hagan falta

A pesar de que para algunos se acaba una etapa de su vida y para otros no sea así del todo, lo cierto es que la carrera en la que nos metimos hace tres años está a menos de un mes de finalizar. Muchos momentos de clases, de trabajos grupales interminables e interminables, de cafeterías, de salidas... que no se olvidarán del todo nunca.

Aquí os dejamos un cuento que os será útil en la vida, independientemente de la etapa en la que estéis inmersos. Esperamos os guste y podáis poner en práctica.


" Cuando yo era pequeño me encantaban los circos, y lo que más me gustaba de los circos eran los animales. Me llamaba especialmente la atención el elefante que, como más tarde supe, era también el animal preferido por otros niños. Durante la función, la enorme bestia hacía gala de un peso, un tamaño y una fuerza descomunales... Pero después de su actuación y hasta poco antes de volver al escenario, el elefante siempre permanecía atado a una pequeña estaca clavada en el suelo con una cadena que aprisionaba una de sus patas.

Sin embargo, la estaca era sólo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en el suelo. Y, aunque la cadena era gruesa y poderosa, me parecía obvio que un animal capaz de arrancar un árbol de cuajo con su fuerza, podría liberarse con facilidad de la estaca y huir.

El misterio sigue pareciéndome evidente.
¿Qué lo sujeta entonces?
¿Por qué no huye?

Cuando tenía cinco o seis años, yo todavía confiaba en la sabiduría de los mayores. Pregunté entonces a un maestro, un padre o un tío por el misterio del elefante. Algunos de ellos me explicó que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado.
Hice entonces la pregunta obvia: si está amaestrado, ¿por qué lo encadenan?
No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente. Con el tiempo, olvidé el misterio del elefante y la estaca, y sólo lo recordaba cuando me encontraba con otros que también se habían hecho esa pregunta alguna vez.

Hace algunos años, descubrí que, por suerte para mí, alguien había sido lo suficientemente sabio como para encontrar la respuesta:

El elefante del circo no escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde que era muy, muy pequeño.

Cerré los ojos e imaginé al indefenso elefante recién nacido sujeto a la estaca. Estoy seguro de que, en aquel momento, el elefantito empujó, tiró y sudó tratando de soltarse. Y, a pesar de sus esfuerzos, no lo consiguió, porque aquella estaca era demasiado dura para él.
Imaginé que dormía agotado y que al día siguiente lo volvía a intentar, y al otro día, y al otro... Hasta que, un día, día terrible para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino.

Ese elefante enorme y poderoso que vemos en el circo no escapa porque, pobre, cree que no puede.
Tiene grabado el recuerdo de la impotencia que sintió poco después de nacer.
Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese recuerdo.
Jamás, jamás intentó volver a poner a prueba su fuerza... "

viernes, 29 de mayo de 2009

Las nuevas tecnologías y su utilización en la familia y en la escuela

Hemos encontrado un artículo sobre la utilización de las nuevas tecnologías en la familia y en la escuela. Lo escribe una profesora de la Facultad de Ciencias de la Educación, de la Universidad de Málaga.
Nos parece muy interesante todo lo que dice, por ello os dejamos este vínculo para que podais leer y comentar dicho artículo.

miércoles, 27 de mayo de 2009

¿Sabías por qué...?

Entra aquí y podrás saber más porqués.


Aula TIC

Para el aula TIC podrías utilizar la red Guadalinex.

martes, 26 de mayo de 2009

¿Quién no los conoce?





¿Cuántas veces vemos estos símbolos a lo largo de un día?
¿Y a lo largo de una semana?
¿Y en un año...?
Aunque ya esten en nuestras vidas,
no debemos dejar que sean ellos los que nos manegen,
sino nosotros mismos los que le pongamos límites a ellos.